Cotuda y...¡con paperas!

Por: César Rodríguez Granados | Ciento veinte años de esperanzas frustradas para Sogamoso y Casanare, un siglo y cuatro lustros de inversiones estatales a cuenta gotas, doce decenios de promesas incumplidas, 120 años de derrumbes, trancones, accidentes con saldos trágicos, 120 años soñando con su terminación, 120 años tratando de llegar sin contratiempos al final de la ruta, 120 años de politiquería a su costa, 120 años dándole tratamiento de pordiosera.

Es la inacabable historia de la Carretera del Cusiana, o mejor dicho “la Carretera sin fin”, o sea, la vía que une a Sogamoso con Aguazul, Casanare. La misma que fue proyectada en 1888 para que llegara hasta el puerto fluvial de Maní, por iniciativa de un Gobernador de Boyacá que creía en el futuro de esa vía como una manera de llegar a Venezuela, con la producción agropecuaria del Departamento de ese entonces, y con lo que el resto del país productivo se interesara en transportar por esa carretera de valor estratégico para la economía colombiana.g

El viacrucis de transportadores y pasajeros en la Carretera del Cusiana ya tiene visos de martirio con el recrudecimiento del ciclo de lluvias, la ocurrencia de múltiples derrumbes de tierra y deslizamientos de la banca en el trayecto crítico comprendido entre la “Quebrada de La Curisí” y metros antes del casco urbano de Pajarito. Un lacónico: “Vía cerrada” del INVÍAS y de la Policía de Carreteras, esconde la tragedia económica que azota a comerciantes y transportadores perjudicados por este mal crónico, que se agrava cada año en cuanto comienzan las lluvias y las condiciones geológicas de la zona se convierten en el dolor de cabeza del INVÍAS.

Ahora surgen voces políticas, ----no politiqueras ---, que dan la buena nueva: de que en enero de 2009 se iniciará una etapa de tres años para terminar los trabajos de construcción de la Carretera del Cusiana, según parece, como fruto de la tarea adelantada ante el Gobierno Nacional por la Representante a la Cámara de Casanare María Violeta Niño Morales. Ésta última ha dicho que como fruto de su trabajo con el Ministerio de Hacienda en la Primera Etapa del Programa de Corredores Arteriales de la Competitividad, con base en el Documento CONPES 3536 del 18 de julio de 2008, se logró una asignación presupuestal de $105.000 millones.

 El Presidente de la República, doctor Álvaro Uribe Vélez, este año al referirse en varios foros a la importancia estratégica de la Carretera Sogamoso- Aguazul ha dicho reiteradamente que será la prolongación de la Doble Calzada Bogotá Sogamoso. Creemos en la palabra del primer mandatario colombiano y en sus afirmaciones sobre este tema de interés particular para Boyacá y Casanare.

No obstante, resulta incomprensible  el cómo hará el doctor Uribe  Vélez para lograr la conexión  de la Carretera del Cusiana con la Doble Calzada Bogotá – Tibasosa, con una asignación del CONPES de $105.000 millones, cuya ejecución durante tres años se cumpliría a partir del año 2009. El mayor agravante de este nuevo enigma se fundamenta en el hecho de que Sogamoso no está incluido, por lo menos hasta hoy, en el trazado de la tan mentada Doble Calzada Bogotá – “Sogamoso”, que sólo llegará hasta la “Ye” de Tibasosa.

Después de 120 años de promesas y anuncios no es muy difícil darse cuenta que a excepción del Representante a la Cámara Juan Carlos Granados, --- sin ningún parentesco con el Autor de esta nota --, en varias oportunidades ha demostrado su interés para lograr que la Carretera del Cusiana, así sea gota a gota, reciba las partidas presupuestales que ALGÚN DÍA permitirá a un ignoto Presidente de Colombia inaugurar la vía del Cusiana, sin importar que llueva o no.

Por ahora, como espectadores seguiremos observando la falta de compromiso de la clase política congresual de Boyacá en procurar que necesidades tan sentidas como la Carretera del Cusiana se le dé una solución pronta con el dinero suficiente que garantice su terminación, y, la rescaten de su triste condición de “cotuda y… con paperas”...

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