¿La piñata electoral de siempre?

Por: César Rodríguez Granados | El Departamento de Boyacá y la Provincia de Sugamuxi y Casanare, según su histórica participación democrática en los debates nacionales, concurren a las urnas para elegir no se sabe si a los que deben ser y estar por sus capacidades y por su honestidad o simplemente a los reemplazos de aquellos que llenaron de ignominia a la estirpe boyacense y que desde sus cuarteles de invierno pretenden seguir en el poder por mano ajena.

 

Candidatos boyacenses a la Cámara de Representantes figuran en abundancia. Algunos tratando de disimular sus pecados políticos y otros con hojas de vida sin nada que deslustre o desdore su trayectoria pública, evidentemente reciente.

 

Como siempre, convertido su potencial electoral respectivo en una piñata de la cual sacan el mayor provecho los  “colados” a la fiesta de elección del Senado de la República. Sí, una nómina de personajes foráneos, quienes sólo hasta ahora recordaron la existencia de Boyacá y de su problemática ingente  y a cuya solución, así fuera parcialmente, nunca concurrieron desde las privilegiadas posiciones que ocupaban en el Estado.

 

Todo indica que la insuficiencia de un regionalismo auténtico, un regionalismo sano, les ha permitido y facilitado a los politicastros de turno amarrar su voto y el de sus adeptos a  los millares de pesos que obtienen “por debajo de la mesa”, para defender candidaturas foráneas al Senado de la República, ya sean bogotanas, vallunas, costeñas, santandereanas, antioqueñas, caldenses, pastusas, huilenses, tolimenses, etc., que nada dicen al bien común regional, que nada aportan ni solucionan cuando los problemas de toda índole empeoran en Boyacá y Sugamuxi y Casanare. 

En la realidad, tampoco existe el poderío electoral ni la representatividad política suficientes para exigir la inclusión de sus mujeres y de sus hombres en los cargos más característicos de la Nación, equipos humanos capaces de exigir y ejecutar proyectos de inversión social armónicos en la solución de las insuficiencias más sentidas de cada estrato social. Buen ejemplo es lo ocurrido con la designación del Director o Gerente de COMFABOY.

A través de los años, la vida misma, la realidad sin maquillajes, nos ha demostrado, una y otra vez, que con tardíos arrepentimientos electorales de los ciudadanos de bien ni se enmienda la plana ni mucho menos se mejora la infraestructura vial, tampoco la educación ni la salud públicas, mucho menos el bienestar de la familia, de todas esas familias radicadas en Boyacá, Sugamuxi y Casanare, que por decenios han esperado la ayuda que por “tradición” se les ofrece pero que jamás llega.  Vote por Boyacá, por Sugamuxi, por Casanare. Acabemos con la piñata electoral en Boyacá, Sugamuxi y Casanare.

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