Alberto Coy Montaña

Por: César Rodríguez Granados | Palabras pronunciadas en el sepelio de Alberto Coy Montaña el jueves 13 de enero de 2003 en la Catedral de San Martín de Tours.

 

ALBERTO COY MONTAÑA

1936-2013

Junio 12

Nació el 26 de junio de 1936 en Sogamoso, en el hogar formado por don Efraín Coy Zambrano y doña Amelia Montaña Barrera. Casado con la doctora Fanny Delgado Ch. quien murió en 1971 (Hijos: Mónica, Marcela, Adriana y Andrés Alberto, nietos. Jorge Augusto, Andrés Ricardo, Fanny Alejandra, Alberto Alejandro, Daniel y Sara. Contrajo luego nuevas nupcias en 1989 con la doctora Elena Durán Pinilla, Directora de la Universidad Abierta y a Distancia UNAD de Sogamoso.  (Hijastros: Felipe y Catalina y Nietas Camila, Natalia e Isabela).

 

El reflejo de la personalidad jovial que lo caracterizaba e infundió a sus hijos a lo largo de su existencia, se hizo incuestionable en el decurso del amanecer y de la mañana del miércoles 12 de junio, cuando Mónica, Marcela, Adriana y Andrés con impavidez asombrosa, más allá del enorme dolor filial provocado por el acaecimiento irremediable, telefoneaban a sus familiares y amigos para darles cuenta del deceso de su padre Efraín Alberto Coy Montaña, el amigo, el compadre, el irreverente, el arquitecto, el académico, el historiador, el insobornable hincha de “Millonarios”, el bromista impenitente y uno de los más querendones hijos del solar sogamoseño.

 

Con un desbordante entusiasmo de juventud y muchísimas ideas, sueños y proyectos para ser plantados en el fértil suelo de la entonces pujante “Ciudad del Sol y del Acero” desde la Dirección de la Oficina Técnica de Planeación Municipal.

 

Así volvía a mediados de 1966 a su terruño Alberto Coy Montaña, acompañado por su esposa Fanny Delgado y por sus pequeñas hijas Mónica y Marcela, fuentes inagotables de novedosa alegría para sus abuelos don Efraín y Doña Amelia así como para sus también jóvenes tíos: Marta (q.e.p.d.) y Germán, quien lo sobrevive.

 

El ex alumno del Colegio de la Presentación de Sogamoso, pronto dio muestras de que sus intenciones de mejorar las condiciones de vida en su tierra natal no formaban parte de la cháchara política que años más tarde se apoderaría de Sogamoso. A medida que aumentaban sus esfuerzos crecía su popularidad. Su simpatía personal y su estilo divertido de tratar a sus congéneres sin importar edad, jerarquía o condición social “lo pusieron de moda en Sogamoso”, como solía decir Daniel Gómez Vargas.

 

Los siguientes cinco años de su vida dedicados al servicio de la comunidad sogamoseña, desde las filas de la burocracia municipal y desde su oficina de Arquitecto, lo llevaron a incursionar como parte de un equipo de intelectuales en quehaceres culturales capitales para el futuro de Sogamoso, así fue como nació el Instituto Boyacense de Bellas Artes y un tiempo después La Casa de la Cultura de Sogamoso, así como el Instituto de Bellas Artes de Sogamoso.

 

En el lustro de 1966 al 71, nacieron: en su hogar su hija Adriana, y, en la Categoría de Ascenso del fútbol profesional colombiano el equipo Unión Boyacá, al cual acompañó en calidad de directivo muchas veces en sus desplazamientos a diversas ciudades de Colombia, para “hacerle barra” junto con su tío Jaime Montaña Barrera y su inseparable esposa Fanny Delgado. Cuando esperaba el nacimiento de un hijo varón y el cuarto de sus herederos, sobrevino la tragedia inesperada: Fanny Delgado, moría al dar a luz y en gesto sublime entregar su existencia vital para garantizar la vida a Andrés Alberto.

 

Y así de la noche a la mañana, Alberto Coy, por fuerza de su viudez prematura, se convertía en mamá y papá de su propio jardín infantil. Sus insoslayables y novedosas obligaciones caseras, dieron nuevos rumbos a su existencia hogareña y social. Repartió el tiempo de sus tareas profesionales con las del servicio cívico comunitario, con la de la lectura e investigación de los sucesos de ayer pertenecientes a la “Roma de los Chibchas” como de tal la calificara el Licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada.

 

Años más tarde, en uno de los escasos momentos de su vida en los cuales se revistió de seriedad y hasta de solemnidad en el obrar, contrajo nupcias con Helena Durán Pinilla, distinguida dama y profesional de la educación universitaria, quien interpretó a la perfección “al viejo” o “al abuelo” como cariñosamente se refiere a su esposo.

 

Víctima de la carencia de fuentes financieras adecuadas y oportunas, muy buena parte de su tarea investigativa tendrá que esperar la llegada del “mecenas” que la haga llegar a la luz pública. No obstante, estas fueron las obras que alcanzó a publicar:

 

1 - MINIATURAS HISTÓRICAS DE SOGAMOSO. (Abril de 1986).

2 - ANALES DE SOGAMOSO, Editorial del SENA, 1990, 360 páginas.

3 - CÁTEDRA SUAMOX – SOGAMOSO Y SU IDENTIDAD, en 250 páginas. Alcaldía de Sogamoso. 2003.

4 - Dirigió la publicación SOGAMOSO 450 AÑOS en 1987.

5 - DE TODO COMO EN BOTICA. Alcaldía de Sogamoso. 2010

 Artículos y ensayos en revistas y periódicos.

 

 

Gracias a una tesonera labor de muchos años de investigación, Alberto Coy, logró recoger en sus libros el pensamiento y la herencia literaria de historiadores sogamoseños, cuya mayoría de obras impresas se hallaba dispersa.

 

Hizo posible que a través de su libro “Identidad Sogamoseña”, la “Ciudad del Sol y del Acero” fuera conocida y estudiada con mayor precisión en sus aspectos sociales, económicos y sociológicos.

 

Con motivo de festejar el primer siglo de vida de la Academia Boyacense de Historia el 09 de Abril de 2005, surgió la idea de aprovechar tal efeméride para la conformación de un Centro o de una Academia de Historia de Sogamoso, para lo cual fueron convidados los personajes locales que por su actividad intelectual y profesional podían contribuir al objeto social de la entidad por crear. Esta iniciativa de Alberto Coy Montaña y del sacerdote Carlos Alberto Prías Caicedo, fue plasmada en el Centro de Historia de Sogamoso, cuyos fundadores son: Arquitecto, Efraín Alberto Coy Montaña; Sacerdote, Carlos Alberto Prías Caicedo; Periodista, César Delfín Rodríguez Granados; Periodista, Carlos. Abdón Ballesteros Hernández; Licenciada, Martha Edelmira Niño y Médico, José Alberto Campos Sarmiento, ya fallecido.

 

En premio y reconocimiento a sus esfuerzos de muchos años fue llamado a las honrosas filas de la Academia Boyacense de Historia. En libro postrero: “De todo como en botica” acrecentó su tarea de recopilación y le dio cabida a las nuevas plumas literarias de la Capital de Iraca.

 

Alberto Coy Montaña, espontáneamente cumplió con uno de los mandatos de Mahoma, el profeta del Islam: sembró un árbol de arce único en Sogamoso, tuvo cuatro hijos y publicó varios libros sobre la historia de Sogamoso su tierra natal, la ciudad de sus amores de siempre, por siempre y para siempre.

 

Vaya con Dios, “muerto de hambre”...

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