Por César Rodríguez Granados | La primera vuelta de los comicios electorales del 25 de mayo de 2014, queda registrada en los anales electorales del país, como la jornada en que, El Voto de Opinión y La Abstención, por encima de cualesquier otros guarismos resultaron triunfantes sobre los partidos y movimientos políticos que sirvieron sólo de telón de fondo a los cinco aspirantes a la Presidencia de Colombia.
Los ignorados por los electores son: el Polo Democrático Alternativo, PDA; la Unión Patriótica, UP; el Partido Conservador Colombiano; el Movimiento de Unidad Nacional que agrupa: al Partido de la U, el Cambio Radical y al Partido Liberal Colombiano; la Alianza Verde y el Centro Democrático.
La idea y la promesa de someter a los movimientos terroristas y narcotraficantes por medio de las armas, pudo más que la campaña de apoyo a las negociaciones en Cuba, auspiciada por el Gobierno Nacional. Después de más de sesenta años de criminales y cruentos episodios, a cargo de los herederos de “Tiro Fijo”, en contra de la población civil y de la fuerza pública, también pudo más la oportunidad de revivir la denominada “Seguridad Democrática”. Los demás temas de la campaña electoral del Centro Democrático evidentemente fueron ignorados por el Voto de Opinión.
A un poco más de 24 horas después de las elecciones del 25 de mayo, el candidato Presidente a la segunda vuelta, se muestra cauteloso sobre las posibles alianzas que logre y con ellas el aumento de su caudal de votos en las urnas el 25 de junio venidero y conseguir la reelección. El Voto de Opinión y el Abstencionismo, jugarán en estas filas papel preponderante.
Los tres restantes ex aspirantes a la Presidencia, en sus primeras y en las siguientes y múltiples declaraciones públicas hechas a los medios de comunicación, no han caído en cuenta que los volúmenes de sufragios alcanzados por cada uno de ellos, obedecieron más al Voto de Opinión conquistado por los planteamientos hechos por ellos en el curso de las campañas respectivas y al cabo de los dos mediocres debates televisivos, los cuales de alguna manera, a última hora, influyeron en la decisión de acudir a las urnas, restándole una buena porción al abstencionismo.
Ahora, para la segunda vuelta los mismos protagonistas del Gobierno Nacional desde hace doce años volverán a la pelea, con todas las artimañas politiqueras que les permitan alcanzar las cifras electorales que los califiquen para ocupar la Casa de Nariño y dirigir en los próximos cuatro años el país.
Sin embargo, como en la primera vuelta del 25 de mayo, el Voto de Opinión y la Abstinencia serán la mayor amenaza para uno y otro bando, cuyos sistemas políticos empleados hasta ahora son criticados pero sin que nadie dé el paso para rectificar su conducta y opiniones.
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